
¿Qué hay que hacer
para devenir Maestro?
Él me
contestó, sonriendo: Basta con dejar que salga
el maestro que hay en nosotros. Sí, es así de
sencillo, hay que dejar que
salga.
Morihei
Ueshiba
El
Arte de la
Paz
Ante la pregunta
de "¿Qué hago yo aqui?", o ante la
famosa pero profunda pregunta de "¿Quíen soy?",
pueden surgir en la cabeza diversas respuestas,
y pueden generarse en el cuerpo múltiples
sensaciones. Cuando era joven, me pasaba las
horas buscando respuestas a porqué
había nacido y, cuando pensaba en el universo,
en la eternidad o en conceptos de esa índole,
me sentía embargada por una ansiedad a la
que no sabía cómo darle salida.
Años más tarde, me llevé una gran sorpresa
cuando dos de mis hijos, uno antes y
otro años más tarde, me contaron que
tenían una vivencia parecida. Tampoco supe
darles una buena respuesta entonces. Hoy pienso
que, tal vez, esa ansiedad indefinida, ese
vértigo, fuera por la sutil percepción de algo
que está más allá de nuestro conocimiento
racional.
Recuerdo con claridad que, en
cierta ocasión, cuando debía tener ventitantos
años, mientras pasaba por delante de la
iglesia del pueblo donde he vivido casi
toda mi vida, no pude evitar pedir en mi
interior, con mucha intensidad, que viniera
alguien y me convenciera de que aquello
de lo que se hablaba en las iglesias era
la Verdad. Tenía una necesidad innata de
entender la vida y, al mismo tiempo, necesitaba
encontrar algo que me sacara de mi inercia y me
ayudara a superar mis miedos. Me asustaba
mucho la vida, y me asustaba la muerte.
Poco tiempo después, una gran amiga mía me
puso delante de la meditación Zen, y me
presentó a la que sería y es mi Maestra
Zen.
He
de decir que, a raíz de mi trabajo con la
meditación Zen, empecé a tener otra visión de
la vida y del mundo que me rodeaba. Yo diría
que la trayectoria que seguí fue algo parecido
a un irme descubriendo o re-descubriendo. Ha
sido el ir adquiriendo otro estado de
conciencia de las cosas y del mundo en el que
vivimos; y, a la vez, otro concepto de la
"muerte". No quiero entrar en profundidad en lo
que yo haya podido experimentar, pues no es la
idea de esta página. Lo que busco es que
seas tú quien experimentes y saques tus própias
conclusiones. Que encuentres "TU PRÓPIA
VERDAD".
Para empezar voy a compartir
contigo un poema de un místico¹ sufí del siglo
XII-XIII que nació en España y que seguro te va
a gustar. A mí me fué muy bien cuando decidí
que no iba a ser practicante de ninguna
religión en concreto y que disfrutaría de todas
ellas, ya que , en el fondo, todas hablaban de
lo mismo pero en "distintos idiomas", por así
decirlo. El poema dice:
|
Hubo un tiempo en que
yo rechazaba a mi prójimo si su religión
no era como la mía. Ahora, mi corazón se
ha convertido en el receptáculo de todas
las formas religiosas: es pradera de las
gacelas y claustro de monjes cristianos,
templo de ídolos y kaaba de peregrinos,
Tablas de la Ley y Pliegos del Qorán,
porque profeso la religión del Amor y voy
adonde quiera que vaya su cabalgadura,
pues el Amor es mi credo y mi
fe.
Ibn
‘Arabi
Filósofo y
místico musulmán nacido en
Murcia
(1165-1240)
|
Bello, ¿verdad?
Tony Parsons, a quien descubrí
hace poco, es uno de esos recursos o
Herramientas a quien recurro con
frecuencia y que me ayudan a no olvidarme de
"quien soy" realmente. En uno de sus libros,
titulado Lo que
es, nos dice:
"Me he encontrado con gentes
que han estado con maestros
orientales muy poderosos y que
han tenido muchas experiencias
espirituales. Estas gentes
tienen una considerable
dificultad para aceptar y vivir
con la idea de que
lo divino
está en lo
ordinario.
Buscan siempre la excitación de
estas supuestas experiencias
espirituales y tienen muy poco
tiempo para la idea de que
un simple
paso puede ser
milagroso."
|
O fijate en estas
otras palabras que nos dice el encantador
anciano que tienes en la página de "Mente
y Emociones", Morihei Ueshiba, fundador
del Aikido, en su libro El
Arte de la
Paz:
Contempla las
obras de este mundo, escucha
las palabras del sabio, y toma
todo lo que es bueno como tuyo
propio. Basándote en
esto,
abre tu propia puerta a la
verdad
.
Que no se te
pase por alto la verdad que
está justo delante de
ti.
Estudia
cómo fluye el agua en un
arroyo, suave y
libremente entre las
rocas. Aprende también de
los libros sagrados y de
las personas sabias.
Todas las cosas –hasta
las montañas, los ríos,
las plantas y los
árboles- deberían de ser
tus
maestros.
|
Cuando
alguien quiere buscar el sentido de su vida,
inevitablemente se topa con las preguntas
de "¿Quién soy?" o de "¿Qué hago
yo aquí?". Son preguntas
que podríamos calificar como
de existenciales, y que a mí me
llevaron a entender el por qué de la vida
toda. Cómo acceder a las respuestas o, como
mínimo, a un acercamiento es lo que
pretendo con las Herramientas de
este
apartado.
Cuando se habla de
espiritualidad o de religiones, o cuando
se habla de Amor, Dios, Espíritu y demás
conceptos, a la mayoría le entra cierta
aversión instantánea. Es normal, en nombre de
las religiones y de una falsa espiritualidad se
ha hecho muchísimo
daño.
Sinceramente, si quieres
entender el mundo trabaja primero en tí mismo;
y, si quieres tener un mundo mejor,
trabaja primero en ti mismo y saca
tus própias conclusiones, sin
miedo. No te conformes con lo que
prediquen "religiones" o "maestros". Sé tú tu
própio Maestro; y cuando llegues a
entender verás que tu verdad
coincide con todas las demás
verdades, si de verdad lo
son, y entonces tendrás la
certeza del ¿Quien
soy? o del ¿Qué hago yo
aqui?, y tu vida y el mundo que
te rodea los verás con una consciencia
mucho más amplia.
Concluyendo:
Estarás aprendiendo a
VIVIRLA.
Así pues, vamos a ver
las Herramientas
para trabajar con la consciencia.
He de reconocer que, en mi caso, han sido mis
Herramientas Estrella
pues, sin duda alguna, han sido las que me han
dado mayores satisfacciones. Con eso no
pretendo decir que tengan que ser
igualmente eficaces en tu caso. Te
aconsejo que escojas en cada apartado las
Herramientas que creas que pueden ser
más adecuadas para ti, y que vayas
confeccionando tu própia
Caja.
Conviene recalcar la
necesidad de centrarse en aquellas
herramientas que vayas a utilizar, pues
juguetear simplemente con una u otra técnica no
te va a servir para
nada.
¡Actúa con decisión y
determinación con las Herramientas que
hayas
escogido!
Y, ANTE
TODO, ¡DISFRUTA CON EL
TRABAJO!
Herramientas
Consciencia
¹Así defino yo a los
seguidores de cualquier tradición o religión
cuando es evidente que practican lo que
están predicando. A medida que
desarrolles la consciencia, cada vez tendrás
menos dudas a la hora de diferenciar al
verdadero místico o practicante de una
tradición
espiritual del necio que
pretende saberlo todo y no sabe de lo
que habla.
|
|